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Todo lo que hago son visiones desde el aire, desde lo cenital, igual que una mirada omnímoda… precisamente, esta reflexión de Audino Díaz da origen a la serie Paisajes Mentales, realizada durante la primera mitad de este año 2008, ultima investigación de un joven artista que se interesa en la naturaleza y en las huellas del hombre sobre ella, expresándolas sobre la tela como cartografías humanas que descubren el espíritu del Ser-Naturaleza a través de canales, pozos, caminos, vectores, silencios y misterios que contienen o conducen hacia el agua …comencé a soñar con estos paisajes hace tiempo, tengo siete años trabajando el tema … Tema que, primero, explora sobre la piedra, luego sobre las pieles de animales, después usa la madera y ahora la tela, basándose en el concepto de que el soporte sobre el que estructura la superficie de la obra, forma parte de su complejidad plástica y simbólica. Enmarcada en una propuesta minimalista entre lo figurativo y lo abstracto, la serie Paisajes Mentales … que siento es mi obra más pura, subraya el artista, es la que con la mayor economía de medios, somete la estructura pictórica a una operación de geometría virtual donde se cruzan diversas formas geométricas y orgánicas en una esquemática red de líneas dibujadas que las entrelaza.
La investigación estética de Audino Díaz, se basa en elucubraciones sobre lo que ha dejado el hombre, partiendo de una hipótesis asociada a la naturaleza y a una morfología, supuestamente originaria, de un lugar o de un espacio habitado por seres humanos. Desde el profundo respeto que tiene por el material que utiliza, de color, textura y estructura propia, sobre la tela cruda dimensiona un collage con la fibra vegetal, el pedazo de tela, el lápiz, el cuero, la cera de abeja, generando así una estética sutilmente básica, que se desarrolla en el profundo rito del silencio de la pureza de la superficie plástica, también es importante aquí, la acción y presencia del “corte-costura” en la configuración exterior de ésta. Asumidas como huellas que el hombre deja en el espacio de su existencia espiritual y terrenal, el artista crea paisajes no perceptibles a la inmediatez visual del espectador, pero si al sentimiento emocional de recibir las claves del profundo misterio en ellas encerrado. Al final son cartografías de la memoria creadas por obsesiones que lo conducen a alcanzar lo inalcanzable, lo infinito.
La preocupación de Audino Díaz, por el medio ambiente es una constante en su trabajo, específicamente por el despojo que el hombre inflige a la madre naturaleza, destinando al hombre del futuro vivir en la precariedad de un universo desvastado, sin verdes, ni aguas, ni flores, ni la belleza que lo mantiene alerta a la vida y al espíritu. De esta fuente de intensa inspiración, extrae buena parte de la temática conceptual a expresar en diagramas existenciales que implican al artista mismo, su contexto, sus obsesiones y un estrecho contacto con rituales shamánicos: el lado oculto de una obra, el artista le presta atención ... a esa realidad paralela, a lo mágico, a lo oculto … En este sentido, podría asociarse el trabajo de Díaz, a la estética contemporánea que modifica sustancialmente la percepción, al establecer relaciones simbióticas entre el simbolismo y los sentidos, entre lo humano y lo divino representado por la magnificencia de la naturaleza y el agua como realidad en vías de extinción. Así, desarrolla un sistema de apropiación y reapropiación de imágenes evocadas como vestigios de lo que sobrevive sobre la tierra, y percibidas como ejemplos de antropología aérea y mentales guardadas en el subconsciente, siguiendo siempre los variados espectros que van desde el análisis de los valores formales hasta aquellos conceptuales que provocan la invención de una forma abstracta para comunicarse con el espectador, por supuesto desde una perspectiva de lo real. Las imágenes, ambivalentes y polisémicas, las define sobre la tela como centros enigmáticos y misteriosos que resguardan el sentido oculto y religioso del tema.
Si algo caracteriza la obra de Audino Díaz es una discreción plástica y poética. En su misteriosa y aparente sencillez, se encierra la complejidad de lo sentido, lo pensado, allí, el artista se sumerge en la reflexión sobre el universo de signos por descubrirse, ese es su misterio. Le corresponde al espectador hacer su lectura a partir de una experiencia propia y solitaria.
Bélgica Rodríguez
Título de la exposición: Paisajes Mentales
Curaduría y texto: Bélgica Rodríguez
Museografía: Bélgica Rodríguez / Audino Díaz
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