Entre las montañas de Randa y Sant Salvador, dentro del término de Porreres, se encuentra la montaña de Monti-sion que acoge sobre su cumbre, a unos 250 metros de altura, el santuario del mismo nombre. La primera ermita dedicada a la Virgen de Monti-sion se edificó en el siglo XIV. Posteriormente, a partir del siglo XV, se construyó la actual iglesia, el claustro y el aula de gramática latina donde se preparaban los alumnos de Porreres y de sus alrededores para acceder al Estudio General. En los siglos XVIII y XIX se realizaron reformas y el día 14 de enero de 1954 casi todo el pueblo de Porreres trabajó para abrir en un sólo día la actual carretera de tres kilómetros que permite acceder en vehículo hasta el santuario. A cada lado de la carretera, se encuentran las siete cruces construidas en el siglo XV que representan los Siete Dolores y los Siete Gozos de María, de las que se conservan cinco, y los pequeños monumentos (siglo XVIII) del recorrido del Viacrucis que finaliza en el edificio del santuario.

El acceso al recinto se realiza por una escalera que asciende hasta el portal de entrada, de vuelta de cañón. Desde este punto se accede al claustro formado por arcos de medio punto y con una cisterna situada en el centro para recoger las aguas pluviales. La iglesia tiene una fachada con un rosetón sobre la que se encuentra el campanario y de su interior destacan las cuatro capillas laterales y el retablo de estilo neogótico del presbiterio, presidido por la imagen de mármol de la Virgen de Monti-sion. La imagen de la virgen muestra en su pie el escudo de la familia Duzay que la costeó a finales del siglo XV o a principios del XVI. A partir de los años 60, el santuario se convirtió en un centro de convivencias y se restauró la hospedería y se abrió un restaurante de cocina mallorquina. Finalmente, destacar que la visita al santuario permite disfrutar de sensacionales vistas panorámicas sobre Porreres y su entorno.

El día que el Santuario recibe una mayor afluencia de público es el Domingo del Ángel, es decir el domingo después de Pascua, cuando se celebra la fiesta del Pancaritat, con excursión a pie desde el pueblo, y oficio y baile popular en el claustro.

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