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El valle de Parras tiene una precipitación pluvial media de 200 milímetros al año, por lo que la viña de Casa Madero es regada mediante un sistema de goteo aéreo. El clima seco y semidesértico de la región propicia que las noches sean frescas, lo que ayuda a una buena maduración de la uva. Sus estaciones bien definidas y las pocas variaciones climatológicas de año en año significan una gran ventaja para la viticultura, de ahí que se produzcan excelentes vinos, como el Chardonnay Casa Grande 01’Casa Madero o el Cabernet Sauvignon Casa Grande 01’Casa Madero.
