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La presa de Almendra (también conocida como salto de Almendra) es una obra de ingeniería hidroeléctrica construida en el curso inferior del río Tormes. Está situada a 5 km de la localidad salmantina de Almendra y a 7 km de la zamorana población de Cibanal, en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, España. El tramo en el que se encuentra ubicada se conoce como los arribes del Tormes, una profunda depresión geográfica originada por la erosión milenaria del río. Forma parte de los Saltos del Duero junto con las presas españolas de Aldeadávila, Castro, Ricobayo, Saucelle y Villalcampo y las portuguesas de Bemposta, Miranda y Picote. Todas constituyen una gran extensión dedicada al aprovechamiento del gran potencial hidroeléctrico de la zona. [editar]Datos, características y singularidades Su construcción supuso la anegación completa de la localidad zamorana de Argusino y la parcial de otros términos municipales ribereños del Tormes. Recibe su nombre del municipio salmantino de Almendra. Sin embargo, la central hidroeléctrica no se encuentra en esta localidad. Está situada unos kilómetros más al oeste, en el término municipal de Villarino de los Aires, de ahí que también reciba el sobrenombre de Salto de Villarino. Debido a esto se construyeron el poblado de La Rachita y el poblado de Santa Catalina para dar cobijo a los trabajadores de la central en la localidad de Villarino de los Aires. La presa destaca por sus 202 m de altura que la convierten en una de las presas más altas de Europa Occidental, habiéndose empleado 2.188.000 m³ de hormigón para su construcción. El embalse creado destaca por sus dimensiones. Entre ellas sus 3.036 m de longitud, su extensión de 8.650 ha y la capacidad de albergar 2.648 hm³ de agua. Es el tercero más grande de España después de los de Alqueva y La Serena. Es una obra que, tanto en su diseño como en su concepción, derrocha "grandes dosis" de ingenio e ingeniería. No es un salto hidroeléctrico al uso en el que tenemos una presa y debajo de ésta los grupos turbina-alternador, que producen energía eléctrica aprovechando la máxima altura entre el nivel superior del agua en el embalse y la cota de desagüe de las turbinas. Conviene aclarar que en un salto hidroeléctrico, más importante que disponer de un gran caudal de agua, es que ésta esté disponible lo más alta posible, dado que la producción eléctrica es casi proporcional a la altura desde la que podamos hacer descender el agua. Recordando que lo importante es la cota de altura entre el nivel del agua en el embalse y las turbinas, podemos detallar cuales son las características que hacen que el Salto de Villarino sea una obra casi única. Las turbinas no se encuentran a pie de presa, con lo que conseguiríamos una altura de 202 m; sino que tiene una toma de agua casi en la cota inferior y esta discurre por un túnel excavado en la roca de 7,5 m de diámetro y 15.000 m de longitud, que va descendiendo hasta conseguir una altura de 410 m, lugar donde se encuentran las turbinas, próximo al municipio de Villarino de los Aires. Esta galería casi al final se bifurca en dos de 5 m de diámetro y cada una de estas a su vez, en dos metálicas de 2,8 m, las cuales alimentan a cada uno de los cuatro grupos turbina-alternador; desaguando estos en el embalse de Aldeadávila, en el río Duero. Con esto se consigue obtener una altura de 410 m, con una superficie de embalse de solo 8.650 ha; posiblemente para conseguir esa altura, en un salto convencional, se hubiese necesitado inundar la mitad de las provincias de Salamanca y Zamora.
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